Foto Superior: Test de choque // © ADAC e.V.
El crecimiento del Turismo Itinerante es un hecho, ya no solo en España, sino en todo el mundo, el cual ha incrementado todavía más con la pandemia del COVID-19, que ha inducido cierto temor a viajar en avión y a hospedarse en hoteles, convirtiendo la libertad que ofrecen las autocaravanas y los campers para planificar y modificar un viaje en cualquier momento, en la panacea que todo el mundo busca para disfrutar de su tiempo de ocio.
Sin embargo, son muchas las opciones disponibles a la hora de elegir un vehículo y, en este sentido, uno de los que más se está popularizando en los últimos tiempos son los vehículos camper. Se trata de la opción preferida entre los más jóvenes, impulsados por el fenómeno de la #VanLife que tanto auge tiene en las redes sociales, pero también entre aquellos viajeros más temerosos, quienes ven en la carrocería metálica de los furgones, un elemento de seguridad añadida, respecto a una autocaravana. Ciertamente, la resistencia de una autocaravana en un accidente de tráfico es cuanto menos criticable, como evidenció el test de choque frontal realizado por la Administración del Transporte de Suecia y del cual os hablamos en el magazine 85, publicado en junio del año pasado. Sin embargo, ¿Son seguros los vehículos camper?
Al igual que sucede con las autocaravanas, los vehículos comerciales no están obligados a realizar las pruebas de choque EuroNCAP, el «Programa Europeo de Evaluación de los automóviles nuevos», y ni mucho menos lo están los vehículos camper, una vez han sido transformados. Es por ello, que ADAC, la Asociación automovilística más importante de Alemania, ha querido comprobar la seguridad de estos vehículos, tan en auge últimamente, realizando una prueba de choque que simula una colisión frontal.
<< Los vehículos comerciales no están obligados a realizar las pruebas de choque EuroNCAP por lo que no existen datos de su comportamiento en caso de accidente >>
La prueba se ha llevado a cabo en el Centro de Tecnología que ADAC tiene en Landsberg y en ella se ha simulado un choque entre una furgoneta camper, un furgón FIAT Ducato de 3.500 Kg, cargada con el equipaje habitual y cuatro ocupantes, siendo un niño uno de los situados en la parte trasera, y un turismo de 1.700 Kilos, simulando un choque frontal, ligeramente desplazado, en el que ambos vehículos circulaban a 56 Km/h, entendiendo que es un accidente que puede ocurrir, con mucha probabilidad, en una maniobra de adelantamiento en una carretera con dos sentidos de circulación.
Video Superior: Test de choque entre vehículo camper y turismo // © ADAC e.V.
Preparación para la prueba
Hay que tener en cuenta, además, que el vehículo disponía de doble airbag y durante la prueba los pasajeros llevaban puesto el cinturón de seguridad, estando el niño asegurado de forma correcta, con anclaje Isofix y cinturón Top Theter. Se trata de un aspecto que pudiera parecer irrelevante, pero que no nos cansamos de recordar, pues todavía son muchos los usuarios que se olvidan de que el cinturón de seguridad en las plazas traseras no es solo obligatorio, sino también imprescindible.
<<Para la prueba, todo el equipaje de gran tamaño estaba debidamente sujeto, mediante conchas ancladas a los puntos de sujeción, algo que la mayoría de viajeros no tiene en cuenta >>
Asimismo, el equipaje de gran tamaño, como mesas y sillas, estaba debidamente sujeto durante la prueba, mediante cinchas ancladas a los puntos de sujeción disponibles en el vehículo, y la mesa del salón estaba desmontada y guardada frente al doble asiento, algo que la mayoría de los viajeros no tiene en cuenta y que esperamos que la lectura de este artículo les haga reflexionar.
Como en cualquier prueba de choque, la imagen del resultado del mismo es devastador.
La parte frontal del vehículo no ha conseguido absorber el impacto y transmitirlo al resto de la carrocería, por lo que la zona del habitáculo se ha visto gravemente dañada, especialmente en la zona del conductor, que es por la que se ha producido el choque.
En esta zona la rueda delantera ha penetrado en el espacio de los pies y la columna de dirección ha empujado el volante hacia adelante y arriba, inclinando al conductor hacia atrás, quien corre el riesgo de sufrir lesiones graves en la cabeza, el pecho, las piernas y los pies. Afortunadamente, el riesgo para el copiloto es considerablemente menor, debido a que el choque no se ha producido en su lado y el habitáculo apenas se ha deformado lateralmente.
Foto Superior: Estado del interior, después del choque // © ADAC e.V.
Uno de los aspectos que preocupa, como en cualquier accidente, es la dificultad en las labores de rescate de los ocupantes, pues la puerta del conductor sólo se podía abrir con la ayuda de una herramienta y la del copiloto con gran esfuerzo. Asimismo, resultaba imposible abrir la puerta corredera y sólo las puertas traseras se podían abrir levemente, una situación complicada, que se podría haber agravado mucho si el vehículo hubiese finalmente volcado durante el accidente, lo cual estuvo a punto de suceder.
<< La dificultad en las labores de rescate es uno de los aspectos que más preocupa, situación que se podría haber agravado mucho si el vehículo hubiese volcado. >>
En lo que a los ocupantes situados en las plazas traseras se refiere, si bien la carrocería apenas ha sufrido daños, están expuestos a un riesgo de lesiones muy alto, como consecuencia de varios factores: en primer lugar, el extraño desplazamiento hacia atrás del conductor que, unido a la inclinación hacia delante de la banqueta trasera, hace que las cabezas de los ocupantes en las plazas traseras puedan impactar bruscamente contra el asiento delantero. A los ingenieros de ADAC les preocupa y mucho la poca resistencia del cajón sobre el que se sujeta el asiento trasero, el cual se derrumba en cuando se produce el accidente, pudiendo además producir graves lesiones el cinturón de seguridad sujeto a la estructura tubular, que queda al descubierto y apenas se desplaza.
Test de choque: riesgo de lesiones para los ocupantes
En segundo lugar, preocupa la gran cantidad de objetos que vuelan durante el accidente y que pueden dañar a los ocupantes, como resultado de la debilidad del mobiliario. El bloque de la cocina, por ejemplo, se desprendió por completo del anclaje, haciendo que todo el contenido de sus cajones saliera volando por el interior del vehículo. Afortunadamente, el compartimento del baño, la cama y armarios de la parte trasera, así como los puntos de anclaje de la carga, sí resistieron al accidente, como también lo hizo el sistema de seguridad de la instalación de gas DUO Control, el cual interrumpió el suministro y evitó que el accidente se agravara.
Al igual que sucedió durante las pruebas de choque realizadas en las autocaravanas, el test desarrollado por ADAC ha sacado a relucir las carencias en el nicho de los furgones comerciales. En este sentido, los ingenieros de ADAC consideran necesario mejorar el frontal del vehículo, empleado de forma muy mayoritaria para la fabricación de vehículos campers, para que éste absorba la energía del impacto y mantenga a salvo el espacio de los ocupantes, protegiéndolos en caso de accidente. Asimismo, recomiendan urgentemente que los fabricantes de vehículos campers y las empresas de camperización trabajen para mejorar la resistencia de los componentes interiores. Por eso creemos que resultaría conveniente definir, antes que nada, cuáles son las preferencias de los usuarios, en lo que a la actividad del autocaravanismo se refiere, para determinar así un modelo que represente al colectivo, de forma mayoritaria, y no tan solo las ideas que una u otra persona podamos tener, de forma individual.
<< ADAC recomienda urgentemente a los fabricantes de vehículos campers que trabajen para mejorar la resistencia de los componentes interiores >>
Como se ha podido ver en el accidente, aquellos elementos que se encontraban sujetos firmemente al bastidor han soportado perfectamente el impacto, mientras que aquellos que simplemente se encontraban anclados al suelo o las paredes, como la cocina, se han convertido en un peligro añadido en el momento del accidente.